La mayoría de las personas en nuestra sociedad son OVEJAS. Son amables, atentas, criaturas productivas las cuales solo pueden herirse unos a otros solo por accidente. Bien podríamos estar en los tiempos más violentos de la historia, pero, aun así, la violencia es todavía algo raro. Esto es así porque la mayoría de los habitantes son gente decente que no es capaz de lastimarse una a otra, excepto por accidente o bajo una extrema provocación. Son ovejas.
No es peyorativo llamarlos de este modo. Una nación, un pueblo, es como un huevo: no puede sobrevivir sin una coraza que lo proteja. Policías, soldados y otros guerreros son la coraza, ellos necesitan la coraza para sobrevivir, necesitan a los guerreros para protegerlos de los depredadores.
Luego siguen los LOBOS… los lobos se alimentan del rebaño sin piedad” ¿No crees que haya lobos ahí afuera que se alimentarán del rebaño sin piedad? Pues tenlo por seguro. Hay hombres malos en este mundo y ellos son capaces de los actos más malvados. En el momento que lo olvides o creas que no es así, te conviertes en una oveja. No hay seguridad en la negación.
Después vienen los PERROS OVEJEROS, quienes viven para proteger al rebaño y enfrentar al lobo.
Si no eres capaz de ejercer la violencia, entonces eres un ciudadano saludable y productivo, una OVEJA. Si tienes la capacidad de ejercer la violencia y no tienes ninguna estima por tus conciudadanos serás definido como un sociópata agresivo, un LOBO.
¿Pero que pasa si eres capaz de ejercer la violencia y al mismo tiempo respetas a tus conciudadanos? ¿qué es lo que tenemos entonces? Un perro ovejero, un guerrero, alguien que recorre el camino de los héroes.
Sabemos que las ovejas viven en la negación, eso es lo que las hace ovejas, ellas no quieren creer que existe el mal en el mundo. Aceptan el hecho que un incendio puede suceder, es por eso que quieren extinguidores, rociadores, alarmas y salidas de incendio en las escuelas de sus hijos. Pero muchos de ellos se sienten escandalizados ante la idea de tener un oficial de policía en la escuela de sus hijos. Nuestros niños tienen miles de veces más posibilidades de morir o ser heridos por violencia escolar que por el fuego, pero la respuesta de la oveja a la posibilidad de violencia es la negación. La idea de que alguien pueda llegar para matar o herir a su hijo es demasiado dura, entonces ellos eligen este camino, el de la negación.
A la oveja generalmente no le gusta el perro ovejero. Se le parece mucho al lobo. Tiene colmillos y la capacidad de ejercer violencia. La diferencia, sin embargo, es que el ovejero no puede ni debe nunca herir a la oveja. Cualquier perro ovejero que lastime intencionalmente a alguna de ellas, será removido y castigado. El mundo no puede funcionar de otra manera, al menos no en una democracia o una república como la nuestra. A la oveja generalmente no le gusta el perro ovejero. Se ve demasiado parecido al lobo. (a la gente pacífica no le gustan los hombres de armas) El ovejero incomoda a la oveja, ellos son un constante recordatorio de que hay lobos ahí afuera. Preferirían pintarlos de blanco y que dijeran ¨meeeeeeh¨… Hasta que el lobo aparece. Entonces la manada completa tratará desesperadamente de esconderse detrás del solitario perro ovejero.
Comprende que no hay nada moralmente superior en ser un perro ovejero; es solo lo que elegiste ser, siempre oliendo alrededor, chequeando el aire, ladrando cuando se escucha algún ruido por la noche.
La manera de pensar de las ovejas y de los perros ovejeros es muy diferente: Las ovejas fingen que el lobo nunca vendrá, el perro ovejero vive esperando ese día.
Repito: no hay nada moralmente superior acerca del perro ovejero, pero él tiene una ventaja, solo una, y esa es que es capaz de sobrevivir y prosperar en un ambiente que destruye a la mayoría de la población. Existe una investigación llevada a cabo unos años atrás con presos por delitos violentos. Estaban en prisión por serios delitos: asalto, asesinato, asesinato de policías. La gran mayoría dijo que habían elegido a sus víctimas por el lenguaje corporal: caminantes lentos, comportamiento pasivo y falta de atención. Eligieron a sus víctimas como lo hacen los grandes depredadores cuando eligen a uno de la manada, eligen al menos capaz de protegerse a sí mismo.
Algunas personas quizá estén destinadas a ser ovejas, otros lobos, y otros perros ovejeros. Pero yo creo que cada uno puede elegir qué es lo que quiere ser y estoy orgulloso que más y más personas elijan convertirse en perros ovejeros. En la naturaleza, la oveja, la oveja verdadera, nace oveja, igual que el perro y el lobo, no tienen opción, nacieron así. Pero nosotros no somos animales. Como seres humanos podemos ser lo que elijamos ser. Es una decisión consciente, una decisión moral.
Si quieres ser una oveja, puedes serlo, y está bien si lo elegís así; pero debes entender el precio que estas pagando por eso. Cuando el lobo llegue tú y tus seres queridos probablemente mueran si no hay un perro ovejero ahí para protegerles. Si quieres ser un lobo, puedes serlo, pero los perros ovejeros te cazaran y nunca tendrás descanso, seguridad, confianza o cariño. Pero si lo que quieres ser es un perro ovejero y transitar el camino del guerrero, entonces debes hacer una elección moral y consciente cada día para dedicarte, equiparte y prepararte para prevalecer en ese momento tóxico, corrosivo en que el lobo llegue a tu puerta ¿Tienes idea de lo duro que sería vivir contigo mismo si tus seres queridos son atacados y mueren y lo único que pudiste hacer fue quedarte ahí parado, indefenso, porque no estabas preparado para ese día?
Es la negación lo que transforma a la gente en ovejas. A las ovejas las destruye psicológicamente el combate porque su única defensa es la negación, la cual es destructiva, y eso resulta en miedo, indefensión y horror cuando aparece el lobo. La negación te mata dos veces. Te mata la primera vez en el momento de la verdad cuando no estás físicamente preparado: no tienes tu arma contigo, no entrenaste. Tu única defensa es creer que no va a pasarte nada. La esperanza no es estrategia. La negación te mata por segunda vez porque aun si sobrevives físicamente, estarás psicológicamente destrozado debido al horror y la indefensión sentidos al momento de la verdad.
Es un pague ahora o pague después, un contrato escrito por completo en letra chica. La persona que adopta la negación conoce a algún nivel, la verdad. El guerrero deberá esforzarse para confrontar la negación en todos los aspectos de su vida, y prepararse para el día en que deba defenderse. El grado en el que te vayas alejando de la negación, es el grado que tú y tus seres queridos sobrevivirán, física y psicológicamente al momento de la verdad. Si eres un guerrero que está autorizado a llevar su arma, y sales de tu casa sin ella, te conviertes en una oveja, creyendo que el malo no llegara ese día. Nadie puede estar alerta 24hs por día 7 días a la semana siempre, todos necesitamos relajarnos, pero si tienes la autorización para portar tu arma y sales de tu casa sin ella, solo respira profundo y di a ti mismo: ´meeeeeh´.”-