
por Cecilio Andrade.
Que la vida es un esfuerzo competitivo no es nada nuevo, a diferencia de lo que nos “venden” las tan de moda ideologías populistas para mentes infantiloides, en la vida real no obtienes un trofeo solo por estar, y mucho menos por ser un “buen perdedor”. En la vida real solo se obtiene el trofeo por ser el mejor. En paralelo a esa verdad fundamental surge otra cuestión importantísima, por lo que no debemos olvidarla jamás, sobre todo debemos ser los mejores jugadores de equipo, no basta con ser el mejor a título individual, la mayoría de los verdaderos y más importantes trofeos lo son por la excelencia en los esfuerzos de equipo, no por logros individuales.
Esta es una realidad que he validado infinidad de veces a lo largo de mis carreras profesionales, pero particularmente durante los periodos que he dedicado a trabajos operativos y de instrucción. Por mucho que me ilusionara llevar el protagonismo, logré encontrar que mi contribución más importante al esfuerzo general debía ser la de apoyar, de todas las formas posibles, a los equipos de trabajo con los que compartía ese momento, esa era, y es, la única razón del esfuerzo principal, el crecimiento del equipo. En consecuencia, renunciar al protagonismo personal para lograr esa excelencia de ser los mejores como equipo. Dejando a un lado nuestras ambiciones personales y egoístas, debemos tener claro que lo que importa es siempre el esfuerzo general, y eso es lo que debemos buscar fortalecer y extender, la importancia y necesidad de la excelencia del equipo por encima de la del individuo.
Evidentemente esto es algo que se aplica a cualquier ámbito de la vida real, como ya quedó claro contra la opinión general de la corrección política imperante, pero ciertamente es mucho más evidente cuando esa excelencia de equipo se relaciona con salvar y proteger vidas. Ya seamos legítimos usuarios con una familia que cuidar, agentes de policía buscando servir y proteger a los ciudadanos, sanitarios de emergencias, bomberos, o militares y Oficiales de Protección Ejecutiva, todos ellos poniendo sus propias vidas por delante, a modo de escudos, para proteger la de terceros.
Con todo, no debemos olvidar la necesidad primordial de aplicar ese mismo parámetro en la misma instrucción y capacitación de todos esos equipos que he nombrado. Aplicación que debe integrase tanto en la ejecución de la instrucción en si misma, como en los fundamentos transmitidos sobre las metas a alcanzar por cada uno de los instruidos.
Como ya he repetido en otras notas cortas, así como en clases o seminarios, ahí está la importancia y valor de ser un líder, instruir a más líderes, y de ahí la necesidad de conocer las características de un líder e instructor. Se que ya he comentado distintas listas de chequeo a considerar, listas que como podrán comprobar no solo son recíprocamente compatibles, sino que además son complementarias y reforzadoras entre si.
En la lista que les presento hoy las preguntas surgen de las características que los líderes comparten mutuamente, esas mismas características que ya les mostré en la nota corta anterior.
- ¿Trabajo en equipo?
- ¿Doy autonomía al individuo? ¿Y al grupo?
- ¿Creo un ambiente de equipo?
- ¿Muestro interés por el éxito y el crecimiento individual? ¿Y de grupo?
- ¿Soy productivo?
- ¿Estoy orientado y oriento hacia los resultados?
- ¿Soy un buen comunicador?
- ¿Escucho?
- ¿Comparto información?
- ¿Ayudo al crecimiento de las personas?
- ¿Analizo mi/su desempeño y rendimiento?
- ¿Tengo una visión estratégica clara para el equipo?
- ¿Poseo capacidades técnicas y conocimiento?
- ¿Se colaborar en busca del objetivo común?
- ¿Puedo tomar decisiones aunque estas no sean populares?
Como en las preguntas de la nota corta anterior, se repite el concepto de que los instructores y líderes reales lo son gracias a que tienen una visión y objetivos claros, al mismo tiempo que dan libertad para conseguirlos, permitiendo que cada uno encuentre su mejor senda dentro de unos estándares y unos procesos bien definidos.
En resumen, transforman la dinámica en la que sus, temporalmente, alumnos tienen que hacer cosas por otra en la que quieren hacer cosas, transformando sus logros en algo mucho más significativo para ellos, en una expresión positiva de su talento, sus habilidades y experiencias.
Cuídense y cuiden de los suyos.
Copyright: 28 de julio de 2022 – Cecilio Andrade – Mano de Tyr